Tips para que el momento de la tarea no sea una pesadilla
El tema de las tareas escolares da que hablar a padres y madres de chicos en edad escolar.
Las tareas suelen ser motivo de conflicto entre padres e hijos y también entre padres y maestros. Las discusiones acerca de las ventajas y las desventajas de la tarea escolar son moneda corriente en reuniones de padres y también en charlas informales en la puerta del colegio.
Más allá de si la tarea sí ó si la tarea no, lo cierto es que en la mayor parte de Argentina se mandan “deberes para casa” y el momento dedicado a ello suele ser en muchas casas una verdadera pesadilla.
Vamos a reflexionar a continuación sobre algunas cuestiones que nos pueden aclarar el panorama y facilitar las cosas.
¿De quién es la tarea?
Esta simple pregunta, nos lleva también a una simple y lógica respuesta “de los chicos”. Uno de los problemas más comunes es cuando los padres reemplazan a sus hijos en la realización de las tareas. Si es la mamá la que se comunica con el compañerito para pedirle lo que le faltó copiar a su hijo, la que recorta, la que busca en internet no estamos yendo por buen camino.
Uno de los objetivos fundamentales de la tarea, en el que coinciden los educadores, tiene que ver con generar autonomía y hábitos de estudio; esto es, que los chicos puedan recordar y recrear lo visto en clase y realizar lo que se les pide, con la menor ayuda posible y en el caso de que la necesiten que sea sólo eso, una ayuda y no un reemplazo. Si los padres no lo entendemos de ese modo y lo hacemos por ellos, estamos favoreciendo a una pérdida del sentido primordial de la tarea escolar.
Otro de los objetivos de la tarea es instalar en los niños hábitos de organización y de estudio, que los chicos revisen, completen y vuelvan a pensar sobre lo aprendido, en un ámbito diferente, sin las urgencias del tiempo escolar.
Otro de los objetivos de la tarea es que los padres se enteren de “en que anda su hijo en la escuela”, qué obstáculos presenta en el aprendizaje, cuáles son sus puntos fuertes y qué necesita mejorar.
Para cumplir con los objetivos mencionados, la tarea a realizar en casa tendrá que ser una continuidad de lo aprendido en clase y no una carga para los padres.
Si nuestro hijo sistemáticamente viene con tareas incompletas de la escuela, no sabe cómo resolver lo que tiene que hacer, olvida lo que hay que llevar o estudiar, etc hay algo que en la escuela no está siendo atendido ó no se está pudiendo resolver. Podremos en ese caso ir a conversar con el maestro para escuchar su parecer y plantearle nuestra preocupación, pero no es una buena medida hacer nosotros lo que debe hacer nuestro hijo.
Mencionaré a continuación algunos aspectos a tener en cuenta al momento de realizar las tareas, que pueden facilitar la realización de las mismas por parte de los niños:
- Destinar un tiempo y un espacio específico para hacer la tarea: ni toda la tarde, ni libros y cuadernos por toda la casa. Con los más chicos se puede utilizar un registro visual del tiempo Con los más grandes se puede utilizar un reloj y anticiparles en qué horario tendrán que finalizar la tarea.
- Enseñar la autonomía: Formar niños autónomos requiere tiempo, paciencia y disciplina. Será necesario ir dándoles una progresiva confianza, ayudarles a ponerse metas alcanzables y elogiarlos con cada pequeño logro. Todo aprendizaje requiere guía, apoyo y estímulo. No podremos lograr que “mágicamente” nuestros hijos hagan la tarea solos.
- Tener en cuenta que el tema escolar suele generar en los padres un monto de ansiedad importante ya que los conecta con sus propias experiencias como alumnos y con sus miedos y preocupaciones acerca del futuro de su hijo. Es fundamental que podamos estar atentos y conectados con la situación concreta de nuestro hijo, evitando preocuparnos por anticipado.
- Contar con un espacio y un entorno organizado y promover rituales y rutinas que lo ayuden a encontrar la calma y concentración necesarias como por ejemplo, darse un baño, merendar, mirar un rato de TV y luego hacer la tarea. Apoyar a cada niño para que encuentre los rituales y espacios que más lo favorezcan.
- Ayudar a que el niño comprenda cómo aprende mejor ¿prefiere leer? ¿hacer gráficos? ¿usar colores? ¿prefiere estudiar sólo ó con otros? ¿le gusta explicar ó prefiere escuchar? Esto también involucra el horario que más lo favorece para estudiar (algunos son más noctámbulos, otros prefieren madrugar) Es importante ayudar a los chicos a que descubran lo que les funciona, para que lo reproduzcan. En definitiva, se trata de evocar los indicadores de éxito. Esto los ayudará también a conocerse a sí mismos.
- Finalmente es importante dejar en claro que la tarea escolar no debe abordarse en circunstancias dramáticas. Requiere serenidad y distancia. Cuando los padres hablan del éxito o fracaso escolar como una prueba de afecto, cuando “no saber” ó “no tener ganas de estudiar” se convierten en una traición a los padres, aparece el sufrimiento.
Lic. Cecilia Marino
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