La sociedad de consumo nos inventa necesidades de forma permanente y los chicos son el blanco preferido de las campañas de marketing y publicidad, debido al gran poder que tienen en la decisión de las marcas de los productos que se consumen en el hogar.
El cambio permanente y el mandato de consumir y descartar nos obliga a correr, por ejemplo, detrás del último modelo de celular a la vez que sentimos que nada alcanza, que siempre hay más.
Los chicos no escapan a esta realidad y esto hace que en ocasiones, cuando se les pregunta por un recuerdo feliz, se refieran a viajes, regalos, o cualquier situación que salga de lo cotidiano e implique un desembolso de dinero más ó menos considerable.
Les propongo que, como padres y educadores, ayudemos a los chicos a tener una mirada positiva de lo cotidiano ya que de este modo estaremos ayudando a ampliar sus recursos intelectuales, sociales y físicos para que sean personas más felices.
Comparto con ustedes la siguiente rutina que puede ayudar a incrementar las emociones positivas en los chicos:
- Los mejores momentos: Los minutos antes de dormir pueden ser un momento agradable para compartir con nuestros hijos. Les propongo utilizar quince minutos antes de dormir para conversar con los chicos acerca de “¿ qué es lo mejor que te ha pasado hoy ?” y favoreciendo que reparen en cosas cotidianas como ir a la plaza, jugar con un amigo, aprender algo nuevo, visitar a la abuela, comer un chocolate, etc. Nosotros también podremos contarles las cosas buenas que nos han pasado en ese día.
Practicar esta rutina todos los días puede ser muy beneficiosos para nuestro hijo y enriquecer el vínculo con el adulto. Que nuestros hijos puedan vivenciar todos los días emociones positivas, será un elemento crucial en su desarrollo.
Lic. Cecilia Marino
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